Como tener más energía y vitalidad

Cada nuevo invierno, con la llegada del frío, tenemos la sensación de que nos “ralentizamos”, de que nuestra vitalidad entra en una especie de hibernación que solo termina con el retorno de los días soleados de la primavera. Y, en cierto sentido, es verdad: la mayor brevedad de los días, la ausencia de luz solar, una alimentación más pesada e, incluso, la obligación de vestir ropas de abrigo que nos impiden movernos con más libertad, nos provocan un evidente bajón energético y, en no pocos casos, una cierta melancolía. Pero no debes preocuparte, hay muchas cosas que hacer para tener más energía durante los rigores del invierno que te permitirán pasar la estación más fría del año en plena forma.

Que hacer para tener más energía

A continuación te explicamos cómo tener más energía y vitalidad siguiendo 6 sencillos consejos.

Mantén una actitud positiva

Como cantaban los Monty Python en la inmortal La vida de Brian, nada hay mejor que mirar siempre el lado brillante de la vida. Y esto se hace más necesario que nunca durante el invierno, cuando el clima no acompaña y muchas veces necesitamos estar más recogidos de lo que desearíamos.

Aprovecha los meses más fríos del año para disfrutar de tu pareja, familia y amigos, de hobbies como los juegos de mesa, el visionado de películas o leer esos libros que tienes pendientes, para redecorar y darle nueva vida a tu hogar, para aprender a pintar o esculpir... Hay miles de cosas que puedes hacer durante el invierno, lo importante es que lo hagas con ilusión.

Disfruta de la naturaleza siempre que puedas

Afortunadamente el invierno en España está muy lejos de ser polar. A pesar de que en algunas fechas puede haber temporales que no hagan aconsejable realizar excursiones al campo o a la montaña, la mayor parte del tiempo, siempre que vayas bien abrigado, es propicio para dar largos paseos por la naturaleza.

Estar en contacto con naturaleza es uno de los mejores bálsamos para el espíritu y un modo estupendo de mantenernos en forma. No hace falta que subas al Everest, con caminar una o dos horas algún entorno natural será más que suficiente.

Practica la meditación

El invierno no solo es una época excelente para estar en contacto con nuestros seres queridos y con la naturaleza, también con nosotros mismos. Y para ello nada mejor que hacer un ejercicio de introspección mediante la meditación.

La mejor hora del día para hacerlo es por la mañana, antes de enfrentarnos a nuestras obligaciones diarias. Tómate unos 15 o 20 minutos para meditar en el recogimiento de tu hogar, en un espacio en el que te sientas cómodo, sentándote con la espalda recta y respirando adecuadamente. Llénate de buenas sensaciones que te ayuden a recargar las pilas para el resto de la jornada.

Refuerza tus sentidos mediante la aroma terapia

La falta de luz y el frío no son buenos aliados del estado de ánimo, por lo que no es raro que durante el invierno estemos algo más enfurruñados que durante las estaciones cálidas. Una gran aliada para darle la vuelta a la tortilla y pasar los meses fríos de mejor humor es la aromaterapia.

Los aromas que nos proporcionan los aceites esenciales influyen poderosamente en la reducción del estrés y la agresividad, potenciando el buen humor y, en general, la sensación de felicidad.

Descansa y duerme bien

En invierno las noches son más largas y el gasto energético que necesitamos para mantener nuestro cuerpo a una temperatura ideal es superior al de las estaciones cálidas. Por eso es fundamental recargar las pilas adecuadamente durante la noche, con unos buenos hábitos del sueño (horarios regulares, cenas ligeras, evitar aparatos eléctricos en el dormitorio...).

También es aconsejable que duermas una pequeña siesta, de unos 20 o 25 minutos (nada de siestas maratonianas de horas porque perjudicarían a tu descanso nocturno).

Haz ejercicio

Este consejo es válido para todo el año, pero es en invierno cuando parece más difícil de cumplir. El frío y las pocas horas de luz suelen ser excusas muy recurrentes para no ejercitarnos lo que debiéramos durante estos meses. Pero son solo eso: excusas.

Los gimnasios están a pleno funcionamiento en invierno, y es un placer entrar en calor entrenando en ellos, tanto a nivel aeróbico como anaeróbico. Además, después de una sesión de entrenamiento, nada se agradece más que una pequeña sauna o unos minutos en el jacuzzi.

Además del gimnasio, no debes olvidar que el invierno tiene sus propios deportes, siendo el esquí el rey de los mismos.

Sean cuales sean los deportes que practiques, no te olvides de realizar el más sencillo de todos y uno de los más sanos: caminar durante, al menos, tres cuartos de hora al día. La diferencia entre hacerlo o no hacerlo puede ser la clave a la hora de mantener tu organismo a punto durante los meses fríos.

Aunque parezca que el invierno nos arrebata muchas veces la energía, no es difícil combatir este bajón de nuestra vitalidad siguiendo los consejos que te hemos expuesto. Con un poco de fuerza de voluntad llegarás a la primavera en plena forma y con un excelente estado de ánimo.